Mitos y curiosidades en la alimentación
En la alimentación existen una serie de mitos que llevamos acarreando desde hace muchos años y en algunos casos su origen es más que curioso.
En la alimentación existen una serie de mitos que llevamos acarreando desde hace muchos años y en algunos casos su origen es más que curioso.
El verano es la época del año en la que más veces comemos fuera de casa. Aprovechamos el buen tiempo para disfrutar de las terrazas o nos llevamos la comida al campo y a la playa; pero esto no significa que tengamos que renunciar a comer de manera saludable.
El verano es la época del año en la que tenemos el privilegio de pasar más tiempo con nuestros hijos e hijas. Nos libramos de las prisas a la salida del colegio, de las meriendas aceleradas, y en muchas ocasiones poco saludables, camino a la actividad extraescolar.
Consumiendo productos de proximidad se reducen sustancialmente los sobrecostes derivados del transporte, cadenas de producción, embalaje, etc. por lo que pagas lo que realmente vale el producto
Desde la antigüedad se usan las hojas de laurel secas como condimento en la cocina mediterránea, dando sabor a los guisos sobre todo de legumbres y carnes.
El saúco es una de las plantas medicinales más utilizadas en el mundo pero además se emplea en la cocina e incluso en el campo para combatir las plagas.
A pesar de su mala fama, la ortiga posee propiedades beneficiosas para la salud de personas y plantas.
El verano es la mejor época para comer ensaladas variadas y batidos de frutas y verduras, que además de estar buenísimos mantienen nuestro organismo libre de tóxicos.
El curso escolar ya toca a su fin y los peques disponen de más tiempo libre para dedicarse a la cocina que tanto les gusta, por ello os proponemos estas tres recetas sencillas y saludables para que pongan en práctica sus dotes culinarias, siempre bajo la supervisión de un mayor.
Los pierogi es uno de los platos más representativos de la cocina polaca. Son muy parecidos a los raviolis, pero al contrario que éstos, los pierogi no suelen acompañarse de salsa. Su acompañamiento más frecuente es panceta frita, cebolla frita y mantequilla.