Si te interesa la ilustración, debes saber que existen distintas técnicas que puedes aprender fácilmente. La témpera es una de ellas. Solo falta que tengas la disciplina necesaria para realizar tus prácticas y obtener los mejores resultados.
El gouache, también llamado guache o témpera, es un tipo de pintura con base al agua, cuyo aglutinante es, principalmente, goma arábiga. Este factor hace que se asemeje a la acuarela pero su mayor concentración de pigmento hace que sea más opaca. Esta pintura destaca por su flexibilidad y su miscibilidad. Una vez seca, la pintura témpera continúa siendo soluble. La témpera permite aplicar unos colores sobre otros, por lo que es muy fácil corregir errores. Es de secado rápido y se recomienda su uso para los principiantes que deben aprender a mezclar los colores y familiarizarse con el uso de los pinceles chatos.
Los pinceles de acuarela redondos o planos son perfectos para gouache. Esta técnica no deja de ser una pintura al agua, por lo que los pinceles deben ser suficientemente flexibles y con una alta capacidad de retención del agua y del pigmento. En líneas generales es mejor si empleamos cada pincel para su función.Por una parte, los pinceles planosse usan para áreas grandes o con tonalidades más uniformes. Respecto a los pinceles redondos para las áreas más finas o en las que necesitemos mayor detalle.
Si no puedes hacer todo el trabajo de una solo vez, no te desesperes. No pasa nada si dejas la paleta con los tonos que te interesen. Lo bueno de pintar con gouache es que puedes dejar para mañana lo que no puedas hacer hoy. Esto se debe a que es una pintura muy fácil de rehidratar, por lo que es muy fácil humedecer y seguir con ese color un par de días después. Se caracteriza por su bajo coste en el mercado, por lo que la hace accesible a la mayoría.
Este tipo de pintura se puede plasmar sobre papel, cartón, lienzo y madera.
El guache es una técnica pictórica y un tipo de pintura relativamente moderna, que ha evolucionado a partir de técnicas más antiguas como la aguada y la acuarela. Como técnica ‘a la aguada’ consiste en diluir los colores en agua, para crear una escala de tonos bien monocromos o bien policromos.
Aunque sobre el papel o soporte se puedan contaminar y cambiar algunos tonos, las mezclas se realizan siempre sobre paleta. La ventaja de esto es intentar tratar lo mínimo posible el soporte. Así quedará lo más limpio e inmaculado que se pueda. Intenta respetar el soporte dando la menor cantidad posible de pinceladas por sección. A medida que necesites siempre estarás a tiempo de añadir más color y mayor carga. Sin embargo, nunca podrás quitarle. Ten en cuenta que en el proceso de secado es normal que los colores se aclaren, quedando algo menos saturados y tenues.
Si estás interesado los martes de 19:30 a 20:30h. y te convertirás en un artista, mira los cuadros.
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