El ballet es un ejercicio muy rígido, que exige y enseña disciplina tanto física como mental, ayudando en el desarrollo de la personalidad de los niños. Desarrolla la sensibilidad de los pequeños, permitiendo que fluyan sus sentimientos con total libertad.
Los beneficios del ballet
1. Mejora la elasticidad
Tanto la flexibilidad como la elasticidad son imprescindibles para ejecutar los movimientos de este baile. Es por ello que realizarlos de continuo mejorará la capacidad de realizar ciertos movimientos con más fluidez.
2. Ayuda a corregir la postura
La postura puede entrenarse y si lo fomentamos desde pequeños mucho mejor, así evitaremos posibles futuras enfermedades de espalda. Los ejercicios como plie, grand plie, relevés y cambrés trabajan el movimiento de la postura del cuerpo. Tanto de la espalda, de los tobillos y rodillas, del suelo pélvico y de las piernas.
3. Relaja y libera adrenalina
El ballet es saludable también para la mente. La adrenalina, liberada por las glándulas suprarrenales, nos hace sentir más vivos y felices y por lo tanto más relajados. Es por ello que este tipo de danza generará que el niño descanse mejor y evite la agresividad.
4. Aumenta la concentración
Tal y como hemos visto, entrenar el cuerpo y calmar la mente son los dos pasos fundamentales de esta actividad, por lo que de la mano de ellos irán la concentración, serenidad y confianza. Parte del esfuerzo y de seguir una metodología muy concreta, por lo que concentrarse no será una opción. ¡Saldrá solo!
5. Potencia la creatividad
Fomentar el movimiento mediante esta expresión artística genera que los niños, al bailar, tanto solos como acompañados, comiencen a conocerse y a imaginar nuevas posiciones. Y es que, la creatividad es algo que todos los humanos tenemos innato y potenciarla es muy positivo para nuestro desarrollo humano.
6. Fomenta el trabajo en equipo
Bailar en grupo genera vínculos y con ello un sentimiento de pertenencia que más adelante da lugar a valores como la empatía o la responsabilidad. Valores que si se comienzan a trabajar desde pequeños, darán lugar a un adulto con más confianza en sí mismo y capaz de saber relacionarse mejor en cualquier contexto social.