La primavera es el momento ideal para renovar nuestras macetas y jardines, para llenar nuestro entorno de colores y olores que hagan que nos sintamos mucho más felices.
Es increíble cómo este simple acto nos hace sentirnos mejor. Por eso tenemos que hacer el esfuerzo reconfortante de prestar especial atención a nuestras plantas en esta época.
Para empezar no hay nada mejor que abonar la tierra (si no lo has hecho antes), será un empuje de felicidad para tus plantas y aportará los nutrientes que necesiten para desarrollarse y mantenerse fuertes frente a plagas y enfermedades.
Llega el momento de plantar nuevas plantas o trasplantar aquellas que lo vayan necesitando.
El inicio de la primavera es la ocasión perfecta para sembrar esas semillas que tienes guardadas. Utiliza cualquier recipiente pequeño: macetas, bandejas o incluso hueveras de cartón y rellénalos con un sustrato apropiado que retenga cierto grado de humedad esparce las semillas con cuidado y cúbrelas ligeramente con el mismo sustrato. A continuación pulveriza con agua debes mantenerlas bien hidratadas y a la sombra para que germinen. Continúa regando con cierta frecuencia hasta que las plántulas tengan sus raíces bien formadas y las puedas trasladar a un lugar mejor iluminado y reducir la dosis de agua.
La reproducción por esqueje es más sencilla y tiene la ventaja de que conseguirás plantas genéticamente idénticas a la original. Si estás tienes alguna planta que te guste especialmente, este es el método a utilizar.
También es buen momento para trasplantar aquellas plantas, antes de que llegue el calor, a las que se le ha quedado pequeño.
También toca sembrar las plantas anuales como las petunias, los tagetes, las margaritas, las zinias, las begonias, o aquellas que más te gusten.
Además, podemos plantar los bulbos de primavera para que florezcan en verano: Lirios, Dalias, Gladiolos, Calas, Peonias, Begonias, etc. Y no podemos desatender aquellos que florecen en primavera y plantamos en otoño como narcisos, tulipanes o jacintos, que aunque ya estén en flor, deberemos abonarlos igualmente y vigilar a sus principales enemigos: los caracoles y babosas, para que no les dañen.
Te damos tres opciones de plantas anuales para principiantes que alegrarán tu vida y tu jardín:
Petunia
La petunia, especialmente la Petunia hybrida, es una de las grandes imprescindibles cuando se habla de flores de primavera. Se trata de una planta muy rústica, que apenas requiere de cuidados y produce unas flores grandes y muy bonitas, con forma de trompeta y de todo tipo de colores y tonos.
Búscalas una ubicación en que reciban luz natural, pero donde no estén expuestas por completo a la lluvia o el viento.
Requieren de agua abundante pero hay que tener mucho cuidado al regarlas para no mojar sus pétalos, ya que pueden estropearse si les cae agua directamente. En los meses cálidos, necesitarán de riegos diarios.
Necesitan suelos con un buen drenaje y ricos en nutrientes, que les permitan disfrutar de toda el agua que necesitan sin sufrir problemas de humedad. Además, en los meses cálidos deben abonarse una vez cada dos semanas, y hasta una vez a la semana en lo más caluroso del verano.
Es necesario quitar las hojas y flores estropeadas o marchitas.
Las prímulas o primaveras
Dan flores que pueden ser de muchos colores, aunque lo habitual es que la base de los pétalos sea amarilla y el resto de otro color, formando así flores con un anillo central de color amarillo que cambia en el exterior. Las flores se agrupan en ramilletes, que tienden además a proporcionar un agradable aroma.
Colócalas en una zona fresca y luminosa, evitando la luz directa del sol. No soporta las altas temperaturas y, aunque tolera el frío, es muy susceptible a las heladas.
La temperatura ideal está entre los 14 ºC y los 18 ºC.
Durante la primavera y el verano, regaremos la planta 2 ó 3 veces por semana, ya que es importante mantener la tierra bien húmeda. En invierno es suficiente con una vez. Eso sí, es muy importante que la maceta utilizada tenga un buen drenaje para que no acumule el agua en exceso.
Abona cada 15 días con un fertilizante líquido especial para plantas de flor a partir de otoño o cuando broten los capullos. Con un abono rico en potasio favorecerás la floración.
Margaritas
Plantas de aspecto rústico, resistentes y sencillas que, sin embargo, consiguen dar el toque perfecto a cualquier espacio.
Son plantas semi arbustivas y perennes, por lo que bien cuidadas te darán flores durante muchos años. Forman grandes matas si les das espacio para ello y que pueden crecer entre 20 y 70 centímetros. Florecen desde la primavera y hasta el otoño las hay de muchos colores y variedades.
Le gusta más vivir sola, es decir: si vas a crear macizos de flores en tu jardín, a las margaritas les gusta estar con otras margaritas. Lo que sí puedes intercalar son colores y variedades.
Ubícalas en una zona muy soleada, mejor si pueden recibir luz directa.
Pueden resistir bien la falta de agua. Riégalas a demanda durante la época de más calor, con cuidado de que la tierra tenga buen drenaje, para que no se pudran. Se adaptan bien a cualquier tipo de sustrato, aunque la tierra arcillosa es la que mejor les viene, ya que retiene mejor los nutrientes y la humedad.
En cuanto a las temperaturas, prefieren las suaves (entre 15 y 25 grados) y no se llevan demasiado bien con las heladas.
¡Llena de color tu vida!
