¿Quieres entender mejor tus pensamientos y sentimientos? Este simple ejercicio de escribir un diario de emociones podría ayudarte.

¿Cuándo fue la última vez que se detuvo y pensó en sus emociones ? A pesar de que nuestras emociones juegan un papel tan importante en nuestra perspectiva diaria y en la toma de decisiones, a menudo nos olvidamos de prestar atención a cómo nos sentimos realmente por dentro.

¿Cómo hacer un diario de emociones y beneficiarse de él?

Podemos definir como un diario emocional a cualquier tipo de registro que hagamos en el que pongamos cómo nos vamos sintiendo cada día o, también, apuntando solamente aquellos días en los que una emoción, positiva o negativa, ha tomado mucha importancia por ser muy intensa. Este tipo de diarios son muy usados en psicoterapia para hacer que el paciente adquiera un mejor manejo de sus sentimientos, esto es, desarrolle más la inteligencia emocional, aunque es recomendable para cualquier persona.

Las personas no nos sentimos igual a lo largo de todo el día. Nuestro estado anímico va cambiando con el paso de las horas y los días, siendo varios los factores que influyen en nuestras emociones. Las personas con las que nos relacionamos, las situaciones con las que tenemos que enfrentarnos y nuestra propia forma de ser hacen que manifestemos todo tipo de emociones, todas ellas adaptativas siempre y cuando estén dentro de lo sano y no supongan un nivel de alteración demasiado alto para nuestra vida cotidiana.

No obstante, vivir las emociones no es lo mismo que saber detectarlas y gestionarlas. Es muy difícil “analizar” una emoción en el momento en que se vive, pero sí que es posible hacerlo de forma más objetiva una vez nos hemos calmado y viéndola con la más amplia perspectiva posible, siendo ese el objetivo principal de los diarios de emociones. Estando calmados podemos reflexionar sobre cómo nos hemos sentido, en qué situación ha aparecido la emoción, qué respuesta hemos hecho ante la situación problemática y qué podemos hacer en el futuro para evitar que pueda ser demasiado intensa o perjudicial.

Vivir las emociones no es lo mismo que saber detectarlas y gestionarlas

Consejos para hacer un diario emocional.

Un diario emocional se puede hacer simplemente escribiendo en un papel cualquiera las emociones tal y cómo las sentimos. Basta con coger una libreta y, de forma esquemática, empezar a gestionar nuestras propias emociones apuntándolas en ella. Podemos ir apuntando cómo nos sentimos cada día o, simplemente, hacerlo en aquellos en los que las emociones hayan sido muy intensas. Lo ideal es apuntar cada día, poniendo tanto las emociones positivas, como la felicidad, la alegría o la euforia, como las negativas, como la tristeza, el enfado, la ansiedad o la ira.

La forma en cómo apuntemos nuestras emociones es bastante libre y es beneficioso siempre y cuando nos permita encontrar algún patrón emocional que se repite y qué emociones nos provocan situaciones concretas, fomentando al desarrollo de la inteligencia emocional. Puede que haya personas que les va bien apuntar cómo se han sentido de una forma muy libre, aunque cabe decir que el desorden puede resultar un poco caótico y más que ayudarnos a gestionar nuestras emociones y traernos bienestar lo que puede hacer es que nos sintamos frustrados y agobiados.

Para sacarle el máximo provecho a nuestro diario de emociones, lo recomendable es seguir los siguientes puntos.

1. Usar un cuaderno

Para hacer un diario de emociones lo más recomendable es usar un cuaderno de papel antes que usar el bloc de notas del móvil o usar un procesador de textos de nuestro PC. Entre los motivos por los que es preferible un cuaderno antes que cualquier otro formato es que es fácil de llevar encima y escribir en él en cualquier momento que nos sintamos inspirados.

Además, este diario no sirve únicamente para escribir, puesto que en muchas ocasiones para representar y explicar claramente cómo nos sentimos necesitamos hacer dibujos, esquemas, diagramas o, incluso, collages. Un cuadernos físico es un formato mucho que permite que interactuemos con total libertad artística, algo que está directamente relacionado con las emociones.

2. Escoger un momento fijo para escribir.

Como hemos comentado, hay quienes prefieren apuntar cómo se han sentido cada día, mientras que otros prefieren hacerlo solo aquellos días en los que una intensa emoción los ha inundado, tanto para bien como para mal. Aunque apuntar en este diario es algo que podemos hacerlo en cualquier momento del día, lo recomendable es establecer una hora fija cada día para apuntar o, al menos, revisarlo.

Una buena idea es escribir (o dibujar) en este diario por la noche, bien justo al final del día pero no necesariamente antes de irnos a dormir. Es a esa hora en la que menos posibilidades hay de que nuestro estado anímico cambie, puesto que poco más nos va a pasar en lo poco que queda de día. Además, es por la noche el momento en que más calmados solemos estar, siendo las horas nocturnas el tiempo más adecuado para hacer reflexión de cómo nos hemos sentido a lo largo del día.

3. Usar una cuadrícula

Si bien podemos usar cualquier recurso artístico para expresar y describir nuestras emociones, es adecuado que dentro de esta libertad usemos un mínimo de orden y es usar una cuadrícula una buena forma para conseguirlo. Esta cuadrícula hecha con filas y columnas nos puede servir para tener un esquema muy preciso de los acontecimientos emocionales que hemos vivido a lo largo del día.

Podemos poner varias categorías en cada columna: situación, pensamiento, emoción, respuesta y sugerencias o alternativas a nuestra respuesta, además de preguntas.

Ventajas de escribir un diario emocional

Son muchas las ventajas de escribir un diario de emociones. A la hora de expresar cómo nos hemos sentido durante el día, este tipo de diarios nos permite ser conscientes de esas emociones, qué situaciones las han disparado, cómo nos hemos comportado, cómo hemos anticipado que irían a mejor o peor y, además, nos permite reflexionar y encontrar formas para gestionar mejor esos sentimientos. En otras palabras, nos ayuda a desarrollar nuestra inteligencia emocional y, consecuentemente, nos traen un mayor bienestar.

Por ejemplo, este tipo de diario es perfecto para las personas que tienen muchos pensamientos obsesivos, pensamientos que pueden ser muy limitantes a la hora de hacer un trabajo o estudiar. Por medio del diario de emociones y apuntándolas los días o en los momentos y contextos en los que ocurren, podemos ver cuáles son los factores desencadenantes que hacen que tengamos esta clase de pensamientos y, así, ponerles freno por medio de evitarlos o directamente deshacernos de ellos.

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