Somos seres totalmente emocionales, todo lo que hacemos lo hacemos motivados por la emoción, las emociones forman parte de nuestra vida y son las que nos impulsan a realizar todas las acciones, dirigen nuestra vida, y es por este motivo que debemos aprender a tener una mejor relación con ellas.
Las decisiones que tomamos en nuestra vida, no necesariamente tiene su raíz lógica, sino que más bien están impulsadas por las emociones, toda decisión es emocional.
La mente emocional es mucho más rápida que la racional, esto ocurre debido a que en el proceso evolutivo el cerebro límbico, el de las emociones fue el que se desarrolló primero. Durante nuestra evolución fue más conveniente para que siguiéramos con vida y así sobrevivir, ya que ante una emergencia, no era muy conveniente estar razonando y pensando mucho, era mejor accionar sin detenernos a pensar.
Hoy en día, no es vital para nuestra supervivencia, si bien es cierto que son necesarias, pero no de una forma desmedida, si no aprendemos a tomar conciencia de nuestras emociones estas tomarán el control de nuestra vida, y dominarán cada una de nuestras acciones.
Antes de entrar a conocer que práctica utilizar para manejar las emociones. Es importante saber que la definición de emoción nos habla de un sentimiento muy intenso de alegría o tristeza producido por un hecho, una idea, un recuerdo, etc. Todos podemos sentir emociones tanto positivas como negativas, estas últimas también son necesarias e importantes para nuestra supervivencia y adaptación al medio.
Una forma de manejar nuestras emociones es practicando Mindfulness, ya que esta técnica de relajación y meditación reduce los estados emocionales negativos de las personas e incrementa los sentimientos positivos.
La técnica del Mindfulness se basa en centrarnos en el momento presente para aceptar nuestras emociones tal cual nacen, sin tratar de controlarlas o evitarlas. De esta forma, se consigue eliminar la frustración o la ansiedad que nos produce el hecho de enfrentarnos a una situación que no podemos cambiar o modificar por mucho que lo intentamos.
El principal objetivo del Mindfulness es dotarnos de un método para aprender a gestionar las emociones, reacciones, actitudes y pensamientos, para así afrontar las situaciones que se nos presentan en la vida. Todo ello lo conseguiremos a partir de la práctica y el perfeccionamiento de la conciencia plena.
Cuanto más practiquemos el Mindfulness, más fácil será ser plenamente conscientes de nuestro entorno sin juzgar ni sentirnos abrumados por lo que está pasando. Pronto experimentaremos una mejor calidad de vida y capacidad para tener más control sobre nuestra mente.
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