“En la literatura o en cualquier otra actividad, hombres y mujeres tenemos que rescatar aquellos espacios, mal considerados femeninos, que el progreso ha devaluado por considerarlos improductivos. Esos espacios que te conectan con tu espíritu y con lo que en realidad eres. Hablo de ciertos rituales, como pueden ser el de la cocina o el bordado.”

Laura Esquivel

mujer bordando

Tradicionalmente, se ha asociado el bordado con el mundo “femenino”. Esta consideración lo relegó al papel de pasatiempo a los ojos de la sociedad, pero a la vez lo convirtió en algo íntimo: una técnica a través de la cual la historia se ha transmitido en secreto.

Sin embargo, ejemplos de bordados se han encontrado en todo el mundo y en culturas muy diferentes, perviviendo a lo largo de los siglos.

Así el objeto bordado más antiguo que se conserva fue encontrado, en la tumba del faraón Tutankamón.

En el continente americano, miles de años antes de los grandes imperios, ya se trabajaba el bordado, como demuestran los hallazgos en una necrópolis de la costa peruana.

Cuando la dinastía Han, en China, expandió sus rutas de comercio por Asia Central y estableció la Ruta de la Seda, el comercio de este codiciado y preciado material creó un intercambio cultural que quedaría plasmado en los bordados de la época: los patrones chinos se mezclaron con el arte persa y árabe, creando un lenguaje universal que se escribía con motivos florales y patrones geométricos

En Francia, el bordado se utilizaba para decorar los bordes de las prendas, pero su uso no se limitó a la vestimenta, sino que fue también un medio para inmortalizar la historia.

El bordado como marca de estatus social

El minucioso trabajo de bordar patrones en la ropa era muy valioso, así que eran los ricos y poderosos los que vestían telas bordadas para mostrar su estatus social.

Los maestros anglosajones crearon el Opus Anglicanum, una mezcla de hilos de oro y plata con terciopelo, reservada para objetos religiosos y sagrados. El bordado con metales preciosos se convirtió en símbolo de poder.

Sin embargo no siempre fue un signo de opulencia ya que esta disciplina también se puso al servicio de la gente más humilde. Por ejemplo, el huipil mesoamericano, caracterizado por sus coloridos diseños, era una prenda común en todas las clases sociales.

Tradicional Sashiko Japones

Por otra parte, muchos otros estilos de bordados tradicionales surgieron por cuestiones prácticas, como el Sashiko japonés, que era, en su esencia, una forma de remendar las prendas rotas a través del bordado.

Estos bordados, formaban parte de la cultura de cada lugar y su tradición se transmitía de generación en generación hasta convertirse en legado cultural. Más allá del lujo y la ostentación, el bordado era una seña de identidad.

Progresivamente, con la llegada de la industrialización y los telares las máquinas se impusieron en todo el mundo y el bordado manual quedó relegado al entorno doméstico, pasando a formar parte de la larga lista de cualificaciones que caracterizaban a la considerada “esposa ideal”. Pero bordar ofrecía un espacio de expresión personal y artística donde muchas mujeres imprimían su propio sello en los objetos que les rodeaban y creaban sus obras de arte.

La nueva ola de bordado

bordado en papel-03

En la última década, bordar ha vuelto con fuerza. Nos permite crear piezas únicas, auténticas y personales con nuestras propias manos y se empieza a poner el acento en el bordado artístico.

¿Qué es el slow stitching?

Movimientos como el slow stitching una rama más dentro de la filosofía del Slow Movement, que aboga por regresar a los procesos preindustriales, procesos lentos que le brindan calidad y un valor personal a los objetos. Se trata de desacelerar y crear desde un balance sustentable; de reutilizar; de hacer las cosas lo mejor posible y no lo más rápido posible; de saborear el tiempo, no de contarlo…

El slow stitching es, simplemente, aplicar el bordado como una herramienta para desacelerar y estar presente.

Además, creadores contemporáneos le han dado nuevos giros y han expandido sus límites

El Bordado en Papel es una alternativa de nueva creatividad al bordado clásico en tela, cambiando el soporte y creando diseños increíbles.

¿Quieres saber más? No dudes a apuntarte al taller de “Bordado en papel” del centro social virtual impartido todos los miércoles de 17:00 a 18:00.

bordado

En este enlace podéis ver en abierto los vídeo tutoriales publicados durante el curso 2020/21:

Puedes inscribirte al curso 2021/22 a través de:

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