La educación es la mejor herramienta para cambiar el mundo. Nuestro planeta está pidiendo a gritos un cambio de producción, una economía verde y circular que impacte lo menos posible sobre él y sobre las especies que lo pueblan (incluida la nuestra).
El 26 de enero se celebra el Día de la Educación Ambiental. Su origen se remonta a 1975, cuando Aunque el concepto de economía verde ha existido desde hace años, el tema fue introducido en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro, Brasil en 2012 con el objetivo de obtener un compromiso político renovado en favor del desarrollo sostenible.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) define la economía verde como aquella que da lugar al mejoramiento del bienestar humano e igualdad social, mientras que se reducen significativamente los riesgos medioambientales y la escasez ecológica.
Por lo tanto, el concepto reconoce la inseparabilidad de las 3 vertientes de la sostenibilidad (la social, la económica y la ambiental) con el objeto de promover las situaciones en las que se beneficien los 3 aspectos.
Busca el crecimiento económico desde la mejora de las condiciones sociales y ambientales. Sus líneas de actuación van encaminadas a:
Por su parte la economía circular, plantea una organización fundamentada en un modelo basado en el principio del cierre del ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía, contribuyendo así a una economía verde puesto que propone una mejora en la gestión de los recursos y permite desarrollar una economía más eficiente en la que los materiales y los recursos (agua, energía,…) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
Este implica o fomenta compartir, alquilar, reutilizar, reparar y reciclar los materiales que usamos en nuestro día a día. De esta manera, se permite que los productos sean utilizados tantas veces como sea posible y no caigamos en el consumismo más puro.
La economía circular se sustenta sobre las famosas tres erres: reciclar, reutilizar, reducir; para proponer un concepto multi-R, el cual tenga un menor impacto sobre el medio ambiente, siendo más eficiente con los recursos, y suprimiendo el uso de las energías fósiles.
La economía verde y la economía circular persiguen muchos objetivos de forma conjunta.
¡Merece la pena! ¿Verdad?
Desde centros sociales queremos contribuir a dar a conocer este modelo económico por ello hemos diseñado un curso para ponerlo a vuestra disposición de manera gratuíta que se impartirá en el Centro Social Muñoz Degraín los Martes de 18:00 a 19:30 h.
Puedes realizar tu inscripción en el mismo Centro Social, calle Salvador Allende, 1. Oviedo
