Todas las personas nos ponemos enfermas alguna vez: nos encontramos mal, tenemos fiebre, nos sentimos cansados, nos duele alguna parte del cuerpo, no tenemos hambre, estamos nerviosos o tristes… Intentemos descansar o quedarnos en la cama. Si continuamos encontrándonos mal, tendremos que ir al médico. Explicamos qué nos pasa a personas que nos pueden ayudar (familia, cuidadores, médicos, enfermeras…) y si es necesario, acompañarnos al médico.
¿Qué nos puede ayudar a estar sanos?
Cuándo acudir al médico
Si nos encontramos mal, sentimos mucho calor, o frío, o dolor, mareos, nauseas, estamos fatigados…
Podemos ponernos un termómetro para ver si tenemos fríe. La fiebre es síntoma de que hay una infección.
El termómetro es muy fácil de usar, la temperatura correcta de nuestro cuerpo seria entre 35,5ºC y 37ºC. Si tenemos más de 37ºC quiere decir que tenemos fiebre es entonces recomendable vigilar cada cierto tiempo si la temperatura del cuerpo sube, se mantiene o baja.
Cuando acudas al médico te va a preguntar si tienes o has tenido fiebre y cuanta.
Ir al médico
¡Ir al médico es fácil! ¿Qué tenemos que hacer?
Podemos pedir hora por teléfono al ambulatorio o a través de la página web del SESPA o descargando la app en el móvil. Si no lo sabemos, pedimos ayuda a algún familiar o un cuidador.
Os van a pedir la tarjeta sanitaria, en ella están vuestros datos personales, el número de la seguridad social, el nombre del médico que os corresponde, el centro de salud al que perteneces, el teléfono del centro para pedir la cita. Un dato que es necesario apuntar en la tarjeta es el número de historia clínica que tenéis.
La tarjeta sanitaria
Cómo pedir cita previa en atención primaria
Para facilitar el acceso a la atención médica en Asturias, cada vez son más los centros de salud en los que es posible pedir cita previa online de manera rápida y sencilla. Para hacerlo, puedes acceder al Portal de Salud del Principado de Asturias, Astursalud, o si lo prefieres, al portal Gobierno del Principado (Princast), que te redirigirá a la web de Salud.
https://www.adminfacil.es/cita-previa-sespa-salud-asturias/
La gestión para determinar tu cita, te llevará apenas unos minutos.
La gestión para determinar tu cita, te llevará apenas unos minutos.
En primer lugar: Introducir los datos del paciente (los tuyos o los de la persona que pida la cita), concretamente el Código de Identificación del Paciente (CIP), que figura en la tarjeta sanitaria, y la fecha de nacimiento.
Segundo: marcar al profesional sanitario por el que deseas ser atendido: médico de cabecera, pediatra o enfermera/o.
Tercero: Elegir fecha y hora para la cita, señalándola en los huecos disponibles que aparecen en el calendario.
Para terminar: puedes generar un justificante, que podrás imprimir para no olvidar tu cita.
Antes de la consulta
Pensemos bien qué queremos explicar a la persona que nos atienda. Podemos llevarlo por escrito. Si es necesario, pedimos a alguien que nos ayude a hacerlo.
Es seguro que nos harán preguntas como estas:
Si tomamos medicamentos, llevemos una hoja donde se explique cuáles tomamos, y cuando los tomamos.
Si tenemos análisis, informes o resultados de pruebas que nos hayan hecho, también los tenemos que llevar. Pensemos si queremos que nos acompañe alguien y con quién nos gustaría más ir.
Me encuentro…
Hay personas que debido a su edad y otros factores pueden tener dificultades para explicar que es lo que les pasa, en esos casos estos dibujos pueden ser útiles para señalar como se sienten:
En el momento de la consulta
Tendremos que explicar qué nos pasa a la persona que nos atiende. Nos será más fácil si revisamos la lista de preguntas que llevamos escritas.
Si no entendemos lo que nos dice pedimos que nos lo vuelva a repetir o que nos lo explique de otra manera. Seguro que lo harán sin ningún problema. Si no entendemos alguna palabra, pedimos que nos explique qué quiere decir.
Algunas veces quizás nos cueste responder algunas preguntas. ¡Podemos pedir ayuda a la persona que nos acompaña!
Para que los médicos puedan saber qué nos pasa, es posible que nos tengan que hacer algunas pruebas (análisis de sangre, radiografías, etc).
Antes de salir de la consulta
Revisamos:
Si tenemos que volver, ¡asegurémonos de que podremos ir el día y hora que nos dicen y anotémoslo!
Si nos recetan uno o más medicamentos tenemos que preguntar al médico o la enfermera:
Después de la consulta
Si tenemos que volver al hospital/ambulatorio otro día, para una visita o para hacernos alguna prueba, anotamos el día en algún lugar fácil de ver (agenda personal, colgado en el frigorífico…).
Si hemos ido solos a la visita, expliquemos a nuestros familiares cómo ha ido, y qué tenemos que hacer.
Tomar el tratamiento de forma correcta
Si el médico considera que tenemos que tomar algún medicamento, nos extenderá una receta médica.
Hay unos datos obligatorios que tienen que aparecer:
Ejemplo de receta:
Con la receta tenemos que ir a la farmacia para que nos den los medicamentos.
Es importante tomar las medicinas tal y como nos ha explicado el médico. Si no nos encontramos bien o tenemos alguna duda o problema con el tratamiento que estamos tomando, tenemos que avisar a alguien que nos pueda ayudar a resolverlo.
Si tenemos que tomar medicamentos, conviene que alguna otra persona (familiar, amigo…) sepa qué tomamos y cuándo lo tenemos que tomar.
Nos puede ser muy útil usar un pastillero.
Un pastillero semanal nos ayuda a tener organizadas las tomas de las pastillas a lo largo del día y de la semana.
¿Qué es el 112?
El 112 es el número único europeo de emergencias, que integra todos los cuerpos de rescate, cuerpos policiales y cuerpos de atención en situaciones de emergencia o catástrofe. Aunque es un número conocido por la mayoría de las personas, en ocasiones la ciudadanía tiene dudas acerca de cuándo llamar al 112.
Este teléfono nos permite contactar con el centro de atención de emergencias con la confianza de que se gestionará el envío centralizado de los recursos necesarios que la situación requiera a la mayor brevedad.
El teléfono 112 es el número de emergencias que debemos marcar si queremos comunicar cualquier tipo de incidencia urgente que necesite asistencia, como una urgencia sanitaria o un aviso a bomberos, Policía Nacional, Guardia Civil o Protección Civil.
Lo más importante antes de llamar al 112 es situarnos, a ser posible, en un lugar seguro. Por ejemplo, si estamos en un accidente de tráfico, nos situaremos fuera de la calzada. O si queremos comunicar un incendio, nos mantendremos alejados de las llamas.
Tras llamar esperaremos a que nos respondan, sin colgar ni volver a marcar. El operador que conteste nos preguntará nuestro nombre y número de teléfono, y, posteriormente, otra serie de cuestiones para tener más información sobre lo ocurrido. Debemos tratar de contestar con calma y de la forma más precisa posible.
Tras comunicar los hechos, daremos información sobre nuestra localización de la forma más exacta posible. Existen aplicaciones para el móvil, como My112, mediante las cuales podemos transmitir a los servicios de emergencias exactamente nuestra ubicación si tenemos el GPS activado.
De igual manera, si se precisa asistencia médica, el operador derivará la llamada a un profesional sanitario que seguirá recabando la información que considere necesaria para valorar la gravedad del asunto y enviar ayuda en caso necesario. Asimismo, nos guiará en aquellos primeros auxilios que podemos realizar mientras llega la ayuda. Es importante no colgar hasta que no nos lo indiquen.
Si la situación cambia o empeora desde la primera llamada, es necesario volver a contactar con el centro de emergencias. De igual forma, si llamamos y nos comunican que ya se tiene constancia del hecho, salvo que podamos aportar cualquier nuevo dato de interés deberemos colgar lo antes posible para dejar la línea libre y garantizar así una respuesta óptima a la siguiente llamada.
¿Cuándo funciona el 112?
La llamada al 112 es gratuita y podemos efectuarla desde cualquier lugar que nos encontremos, incluso si no tenemos cobertura de nuestro operador, siempre que haya cobertura de algún otro.
Estas llamadas también se pueden realizar con el teléfono móvil bloqueado. Además, es posible llamar sin introducir el número PIN e incluso sin tener tarjeta SIM en el teléfono.
Por tanto, lo único que se necesita para establecer la comunicación es que al menos un operador de telefonía móvil nos proporcione cobertura, aunque no sea el nuestro. Por este motivo, si vamos a acudir a un lugar montañoso, rural o muy apartado, no hay que confiar en poder realizar una llamada de emergencia, ya que puede que sea una zona sin ningún tipo de cobertura.